Los recuerdos de infancia sobre un Luis XVI
Mauricio con sus dulces ojos
su casaca
sus piernas sobre la arboladura
para siempre
los pies sobre la India
la prima ejaculatio precoce
Malabar y Ceilán
los paseos felices por la playa
tanta arena entre los dedos
tanta risa y costipaciones
para recordar hasta el fin
las dificultades con los editores
y el ruido de los carros
y esos bastardos
diciendo que mejores la sintaxis
que el mundo es pecado y además
los recuerdos de infancia sobre un viejo Luis XVI
Días de verano
días de primavera
con el frío en las entrañas
la frente -como dicen- pura
los labios encarnados y sensuales
la barbilla cuadrada y despótica
el pelo rafaelesco
(María de Monteverde era un hombre)
holgazán ambicioso triste
ilustre desdichado
de ideas a medias
con un sol perezoso
resplandeciendo en la boca
evaporando corroyendo el talento
la poesía brillando más en ti que en tus obras
eras bello rico dichoso amado
sus ojos brillaban con buen destello
pero le vieron morir a los cuarenta
el pelo blanco
mientras la afasia él robaba el corazón