Recuerdos

En un viejo bar
alguien recuerda cómo fuiste.

No aparece el ayer tan claro para ti
como el brillo
que el hombre tiene en los ojos.

Turbio rostro —el tuyo—
incapaz de rehacer las noches
de felicidad que has deparado.

Apareces vivido por otro.

Voraz rumia de días y días de alcohol
sexo y cefaleas
que poco regalan a un extrañado
de treinta y cuatro años.

Harold Alvarado Tenorio